Enfoque por Ecosistemas[1]
Dra. Marina Rosales Benites de Franco
Prof. Universidad Nacional Federico Villarreal
Antecedente
El enfoque por
ecosistemas es un instrumento de gestión
que se aprobó en el Convenio sobre Diversidad Biológica, haciéndola suya en su
Decisión V/6 de la Conferencia Quinta de las Partes realizada del 15 al 20 de
mayo del 2000, en Nairobi, Kenya. En esta Decisión se insta a las Partes para
que se aplique, según proceda, el enfoque por ecosistemas y se desarrollen
casos prácticos. El Convenio viene aplicando el enfoque por ecosistemas en sus programas
de trabajo y sus Planes Estratégicos del Convenio.
Conceptualización del enfoque por ecosistemas
El enfoque por
ecosistemas es un instrumento técnico para la gestión estratégica de la
diversidad biológica, por medio de una visión integrada de los componentes de
los ecosistemas y las sociedades humanas. Las recomendaciones del enfoque por
ecosistemas se dan a través de doce principios, para espacios donde se
garantice la aplicación de los tres objetivos del “Convenio sobre Diversidad
Biológica”, la conservación, la utilización
sostenible y la distribución justa y equitativa de los beneficios dimanantes de
la utilización de los recursos genéticos.
El reto del enfoque
por ecosistemas es que la gestión de los espacios se den como unidades
funcionales, no corresponden específicamente a una clasificación de ecosistema,
si no se da para cualquier escala que se determine para resolver el problema de
gestión territorial. Pudiera ser, por ejemplo, una microcuenca, una cuenca, una
laguna, un bosque (bosque húmedo tropical) o parte de un bosque (bosque de
agujales), un bioma determinado o cualquier ecosistema bajo una clasificación
específica.
Los ecosistemas son
sistemas dinámicos y están sujetos a procesos estocásticos, por lo cual el enfoque
por ecosistemas exige una gestión adaptable, para poder dar respuesta a las
incertidumbres e ir resolviendo problemas en función de la experiencia que
incluyen también los errores.
En el enfoque por
ecosistemas contiene todos los enfoques de gestión de la tierra que sean
complementarios a sus principios, debido a que
su objetivo es orientar la gestión con tendencia holística del espacio y
el tiempo, basado en información de estudios científicos, seguimientos de
gestión y el conocimiento tradicional de los pueblos indígenas y poblaciones
locales.
Principios del enfoque
Principio 1: La elección de los objetivos de la gestión de los recursos
de tierras, hídricos y vivos debe quedar en manos de la sociedad.
Los ecosistemas deben
ser administrados, de manera justa y equitativa, por sus valores intrínsecos y
por sus beneficios tangibles o intangibles para la sociedad. Todos los miembros
del espacio a gestionar deben decidir los objetivos de la gestión más apropiada.
Los objetivos deben incluir los intereses de la sociedad, en especial de los
pueblos indígenas y poblaciones locales, para que sean considerados con equidad, así
como garantizar las necesidades de las generaciones futuras. Lo importante es garantizar
el acceso a información precisa y
oportuna y la capacidad de aplicar este conocimiento
Principio 2: La gestión debe estar descentralizada al nivel apropiado más
bajo.
La descentralización
de la toma de decisiones es un deber democrático basado en los derechos
humanos. Sistemas descentralizados tienden a ser más equitativos, por permitir
la participación de todos los interesados, en especial los directos, los
intereses locales que deben ser equilibrados con el interés del público en
general. Los instrumentos de propiedad de la tierra, las exigencias, la
rendición de cuentas, la participación y la utilización de los conocimientos
locales coadyuvan a encaminar este principio.
Principio 3: Los administradores de ecosistemas deben tener en cuenta los
efectos (reales o posibles) de sus actividades en los ecosistemas adyacentes y
en otros ecosistemas.
Principio 4: Dados los posibles beneficios derivados de su gestión, es
necesario comprender y gestionar el ecosistema en un contexto económico. Este
tipo de programa de gestión de ecosistemas debería:
a) Disminuir las distorsiones del mercado que repercuten negativamente en la
diversidad biológica;
b) Orientar los incentivos para promover la conservación y la utilización
sostenible de la diversidad biológica;
c) Procurar, en la medida de lo posible, incorporar los costos y los beneficios
en el ecosistema de que se trate.
Las fallas de mercado
ocasionan su ineficiencia, conduciendo a distorsiones en el mercado, debido a
que infravaloran los sistemas naturales y los efectos de su degradación y
pérdidas económicas para la sociedad. Las políticas económicas son univariadas,
su objetivo es el crecimiento económico, a través de una producción y consumo
insostenibles, cuyos precios no incluyen las responsabilidades de
descontaminación, restauración y remediación de los ecosistemas, más aún en su
afán de crecer económicamente provocan cambios de uso de la tierra, cuya
capacidad de uso mayor no responde a los objetivos económicos, ocasionando la
degradación o colapso de los ecosistemas, del capital natural.
El uso sostenible requiere
inversión en estudios de investigación que muchos países los consideran gasto
sin retorno.
Por lo general, los que se
benefician de la conservación no pagan el costo que ésta entraña ni los costos
ambientales, por ello se requiere ajustes
de los incentivos, para que los que controlan los recursos puedan recibir sus beneficios
y que los que generan los costos ambientales estén obligados a pagarlos. Las poblaciones locales frecuentemente tienen limitada
influencia política y económica, por ello pueden estar marginados de los
sistemas económicos pertinentes.
Las poblaciones locales que no
se reciben beneficios del mantenimiento de los ecosistemas y de los procesos
naturales, pueden iniciar prácticas de utilización no sostenible de la tierra
de la cual se beneficiarán directamente en el corto plazo.
Por lo expuesto, se requiere
garantizar la equidad con los locales de los ecosistemas e incorporar los costos
ambientales, y los valores sociales y económicos de los bienes y servicios de
los ecosistemas a las decisiones sobre cuentas nacionales, políticas,
planificación, educación y gestión de recursos.
Principio 5: A los fines de mantener los servicios de los ecosistemas, la
conservación de la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas debería
ser un objetivo prioritario del enfoque por ecosistemas.
La gestión espacial
multidimensional es una estrategia para tener en cuenta la estructura y
funcionamiento de los ecosistemas, para el desarrollo de actividades
económicas. Los efectos negativos a la estructura y funcionamiento requieren ser
gestionados, de tal manera que se trabaje en mantener y mejorar la resiliencia
de los ecosistemas. La conectividad de
los ecosistemas es vital para mantener su estructura y funcionamiento, a fin de
evitar extinciones locales de especies y la pérdida de diversidad genética. La
vigilancia del estado de las poblaciones y comunidades especialmente de las
amenazadas, constituye una inversión para mantener la capacidad de respuesta de
los ecosistemas. La conservación “in situ” implica las diferentes modalidades
de conservación, llave para viabilizar la estructura y funcionamiento de los
ecosistemas, así como la tecnología apropiada para la gestión efectiva delos
ecosistemas terrestres, acuáticos continentales y marinos.
Principio 6: Los ecosistemas se deben gestionar dentro de los límites de
su funcionamiento.
Los ecosistemas
tienen límites para soportar efectos que van contra su estructura y
funcionamiento, ellos responden a los
efectos negativos a través de su resiliencia, pero tienen límites de tolerancia
al grado de perturbación. Los límites no son estáticos ni uniformes, son
dinámicos dependiendo de los espacios y el tiempo, por lo cual el seguimiento
de ellos garantizará la efectividad de la gestión. La productividad de los
ecosistemas no está regulada por la demanda
del mercado, pero la demanda del mercado puede hacer colapsar los
ecosistemas.
La incertidumbre o
los riesgos de las actividades económicas frente a los ecosistemas, tienen que
ser considerados con medidas de aplicación del principio de precaución y
sistemas de gestión adaptativos.
Principio 7: El enfoque por ecosistemas debe aplicarse a las escalas
espaciales y temporales apropiadas.
Los usuarios,
administradores y científicos deben ser los que definan los límites de gestión apropiado
del espacio o área de los ecosistemas a administrar, teniendo en cuenta las
escalas geográficas, temporales y su interconexión con las áreas adyacentes al
área objetivo. La gestión debe ser enfocada considerando los niveles de interacción
e integración de genes, especies, ecosistemas y procesos de los ecosistemas. Es
necesario aplicar los conceptos de administración espacio y tiempo, equidad
intergeneracional y rendimiento sostenible a las consideraciones de la escala
temporal.
Principio 8: Habida cuenta de las diversas escalas temporales y los
efectos retardados que caracterizan a los procesos de los ecosistemas, se
deberían establecer objetivos a largo plazo en la gestión de los ecosistemas.
Los resultados de los
efectos de las actividades humanas en los ecosistemas no siempre tienen
resultados a corto plazo, más aun considerando los efectos acumulativos, ocasionan cambios negativos
retardados, lo cual no corresponde a las prioridades establecidas en el corto
plazo, establecidos por las políticas del gobierno de turno en los países, se
buscan los beneficios inmediatos en lugar de a los beneficios futuros.
Principio 9: En la gestión debe reconocerse que el cambio es inevitable.
Principio 10: En el enfoque por ecosistemas se debe procurar el
equilibrio apropiado entre la conservación y la utilización de la diversidad
biológica, y su integración.
La gestión de los ecosistemas tiene que ser
sostenible, no tenemos otra opción, más aún con los efectos del cambio
climático, nos lleva a gestionar el capital natural con prudencia y equidad
intergeneracional. Más del 80% de los ecosistemas están bajo presión de
actividades humanas. Por ello, la conservación debe ser vista como el ahorro
del capital natural, para mejorar las inversiones por sus efectos en los
procesos de los ecosistemas que mejora la rentabilidad de las inversiones. Para
ello, las presiones sectoriales por lograr beneficios económicos directos,
minimizando costos, tienen que ajustarse a las nuevas posibilidades que se deben
tomar, el uso de los ecosistemas incluyendo los costos ambientales y los límites
ecológicos.
Principio 11: En el enfoque por ecosistemas deberían tenerse en cuenta
todas las formas de información pertinente, incluidos los conocimientos, las
innovaciones y las prácticas de las comunidades científicas, indígenas y
locales.
La información para
la gestión es vital para la toma de decisiones y siendo más necesaria cuando es
una gestión adaptable. Esta información incluye a los conocimientos científicos,
indígenas y locales, base para llegar a estrategias efectivas de gestión de los
ecosistemas. La información permite conocer mejor las funciones de los
ecosistemas y las repercusiones de las actividades humanas. Dicha información
deberá de ser de acceso para que la gestión se realice en el marco de la
transparencia.
Es necesario llamar
la atención que el conocimiento indígena y local debe tratarse con pleno
respeto del artículo 8 j) y de otras decisiones del Convenio sobre la
Diversidad Biológica, vinculado al consentimiento informado previo y la
participación de los beneficios por el uso de los conocimientos indígenas. Por
otro lado, los diferentes sistemas de conocimiento, deben evaluarse su aplicación
para las condiciones locales y objetivos planificados.
Principio 12: En el enfoque por ecosistemas deben intervenir todos los
sectores de la sociedad y las disciplinas científicas pertinentes.
Los ecosistemas son
complejos de materia y energía dinámicos que dan respuesta a variables
estocásticas del sistema, intervienen factores biológicos, procesos, químicos,
físicos, geológicos, climáticos, entre otros, y socioeconómicos, por lo cual es
necesario la participación de las diferentes disciplinas profesionales y
científicas, para su gestión integrada, en los diferentes niveles de gobierno.
Para ello se debe garantizar el ejercicio de una buena gobernabilidad y
gobernanza, tomándose en cuenta los intereses de todos los actores y sectores involucrados
para la participación equitativa en los beneficios.
Discusión
Los objetivos principales del enfoque por ecosistemas
son el mantenimiento de su estructura y funciones en el largo plazo, a través
de una gestión adaptable participativa, descentralizada, equitativa, multidisciplinaria
e integrada, con escalas espaciales y temporales. Por ello, la base de la
gestión adaptable es la información científica, indígena y local, constituye el
catalizador para su aplicación. Las inversiones en estudios y seguimientos de
los ecosistemas son los vehículos para el cumplimiento del objetivo del enfoque
por ecosistemas.
Es relevante la necesidad de garantizar la
descentralización de la gestión, la gobernanza debe ser fortalecida, para la
creación y fortalecimiento de capacidades humanas e institucionales, son
coadyuvantes de la democracia y los derechos humanos.
La gestión adaptable de los ecosistemas se
desarrolla sobre los límites de los ecosistemas, por lo cual en el contexto
económico se impulsa un crecimiento sostenible favoreciendo la equidad, en
especial para las poblaciones locales, contrarrestando las distorsiones y las
fallas del mercado, externalidades negativas a los ecosistemas, teniendo en
cuenta y aplicando medidas para los cambios en los ecosistemas, para no
colapsar su conectividad, en el marco del entendimiento de tener como única
opción, “sin vuelta atrás”, la utilización sostenible de los ecosistemas, de
cara a los efectos del cambio climático. Nuestro reto es pasar de la teoría a la
práctica.
Bibliografía
Secretaría del Convenio sobre la
Diversidad Biológica (2004). ENFOQUE POR ECOSISTEMAS, 50 p. (Directrices del
CDB)
Deguignet M., Juffe-Bignoli D., Harrison J., MacSharry B., Burgess N.,
Kingston N., (2014) 2014 United Nations List of Protected Areas. UNEP-WCMC:
Cambridge, UK.
[1] Palabras
claves: cambio climático, conservación, diversidad biológica, ecosistemas, utilización
sostenible.
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